La dureza del agua y cómo nos afecta al lavar la ropa
/ 30 marzo 2017 / No hay comentariosLa calidad del agua puede tener una marcada influencia en el rendimiento de nuestra limpieza. Algo tan simple como lavar la ropa y que quede impoluta puede convertirse en un verdadero desastre cuando hablamos del agua dura. Por ello, en este artículo te hablaremos de la dureza del agua y cómo afecta al lavar la ropa.
¿Lavas la ropa, pero te queda mal? ¿Te sale la ropa como más oscura o amarillenta a pesar de haber estado 2 horas en la lavadora con detergente y suavizante? De ser así, lo más seguro es que tengas problemas de cal, algo que debería solucionarse con la instalación de un descalcificador.
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La dureza del agua y la ropa
La dureza del agua se refiere principalmente a la alta presencia de minerales de calcio y magnesio contenidos en el agua, y su origen está relacionado con las características geológicas de la zona donde habitemos. Esta agua dura nos puede afectar, entre otros muchos problemas, a la hora de lavar nuestra ropa.
Mucha gente desconoce que el agua no empieza a lavar hasta que no genera espuma, y esta no aparece hasta que se ha usado una determinada dosis de detergente. El problema está en que los minerales, como el calcio y el magnesio, evitan que el agua actúe con el detergente para formar esta espuma, lo que minimiza su eficacia a menos que gastes mucho más detergente para el ciclo de lavado. Esto es debido a que estos minerales del agua dura contrarrestan o inactivan los tensioactivos aniónicos, (sustancias utilizadas para fabricar los detergentes).
Para intentar solventar estos problemas se emplean productos contra la cal, además de lejías y suavizantes, pero a la larga todos estos productos que se añaden, sumados al gasto excesivo de detergente, representan al final un coste más cuantioso que poner un descalcificador.
Otro de los inconvenientes de los minerales causantes del agua dura (calcio y magnesio), es que estos se depositan en las telas causando decoloración y rigidez y acaban por romper los tejidos.
Aunque parece que cualquier agua puede lavar la ropa, esto no es en realidad del todo así, si quieres reducir la dureza del agua y conseguir una ropa más limpia y que dure más, tendrás que recurrir a la instalación de un descalcificador para poner fin a los problemas de cal.
Una solución temporal, es que mires la etiqueta de dosificación de la parte de atrás del detergente y el suavizante que utilizas normalmente para saber con total seguridad que cantidad debes de usar en base a las características del agua de la zona en la que resides.
Por tanto, y como te contamos más arriba, sí que guarda relación la dureza del agua con la cantidad de detergente a utilizar.
La ropa y la irritación de la piel
El agua dura no sólo arruina la apariencia de la ropa, sino también podemos sentir sus efectos en nuestra piel, provocándonos irritaciones, sobre todo si tenemos la piel sensible o dermatitis atópica (eczema).
Ya de por sí la cal nos afecta, pero si lo sumamos a que pueden quedar restos de detergente en la ropa o incluso el contacto con sábanas y toallas ásperas y duras nos puede llegar a ocasionar enrojecimiento y sequedad de la piel.
Es por eso que algunas personas con piel irritada se tratan con todo tipo de lociones, cremas y jabones especiales, pero todavía no encuentran alivio. Su piel está constantemente en contacto con estos restos irritantes.
Un descalcificador para tu lavadora
Conociendo la dureza del agua te podrá ayudar a dosificar adecuadamente el detergente para obtener los mejores resultados, así como para mantener tu lavadora libre de cal y en perfecto estado.
Ante la duda, ya sabes que puedes hacer un test por ti mismo o que profesionales acudan a tu domicilio y comprueben los niveles de cal en el agua de tu vivienda.
Por tanto, la única forma de conseguir que tu ropa salga más limpia es instalando un descalcificador para tu lavadora siempre y cuando tengas problemas. Nosotros podremos ayudarte y asesorarte en todo el procedimiento, para que no tengas que preocuparte por nada. Solo queremos mejorar tu calidad de vida y que, en esta ocasión, cuando laves la ropa no tengas que preocuparte porque salgan con manchas de cal, ásperas, oscuras y deterioradas.
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